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Raspado y alisado radicular: qué es, beneficios y cuándo lo necesitas para salvar tus encías

Dentista realizando raspado y alisado radicular en paciente con enfermedad periodontal

El raspado y alisado radicular es uno de los tratamientos más efectivos para combatir la periodontitis y frenar el deterioro de las encías. Este procedimiento odontológico no solo elimina la placa bacteriana y el sarro acumulado debajo de la línea de la encía, sino que también ayuda a recuperar la firmeza del tejido gingival y prevenir la pérdida dental.

El sangrado de encías, la inflamación persistente o la sensación de movilidad dental no son problemas menores: suelen ser señales claras de una enfermedad periodontal en progreso. En este contexto, el raspado y alisado radicular se ha consolidado como la técnica clave en 2025 para detener la enfermedad antes de que provoque daños irreversibles.

Más allá de preservar la salud bucodental, este procedimiento impacta directamente en la calidad de vida: ayuda a recuperar encías firmes y sin dolor, mejora la estética de la sonrisa y previene complicaciones mayores como infecciones o pérdidas dentales.

En este artículo encontrarás una guía completa para entender en qué consiste el raspado y alisado radicular, cómo se realiza, qué beneficios aporta, cuánto cuesta y qué cuidados son necesarios después del tratamiento.

Si notas encías retraídas o quieres profundizar en uno de los problemas que llevan con más frecuencia a necesitar este procedimiento, te recomendamos leer también: "Retracción de encías: cómo identificarla, frenarla y recuperar la salud de tu sonrisa".

Qué es el raspado y alisado radicular

El raspado y alisado radicular es un tratamiento odontológico especializado que se utiliza para limpiar en profundidad las raíces de los dientes cuando existe enfermedad periodontal. A diferencia de una limpieza dental convencional, que elimina la placa y el sarro acumulados sobre la superficie visible del diente, este procedimiento actúa debajo de la encía, donde el cepillo y el hilo dental no llegan.

Durante el raspado, el especialista elimina la placa bacteriana y el sarro adheridos a las raíces. Posteriormente, en la fase de alisado radicular, se pule la superficie de las raíces para que quede más lisa, reduciendo la posibilidad de que las bacterias vuelvan a acumularse y permitiendo que la encía se adhiera de nuevo al diente de forma más firme y saludable.

Está indicado en casos de gingivitis avanzada y periodontitis, especialmente cuando aparecen síntomas como sangrado frecuente de encías, inflamación, mal aliento persistente o movilidad dental. En fases iniciales, puede evitar la progresión de la enfermedad; en etapas más avanzadas, es clave para frenar la pérdida de hueso y preservar las piezas dentales.

Si buscas información sobre la diferencia entre un mantenimiento preventivo y un tratamiento más profundo, te recomendamos leer también: “Limpieza dental: precio, qué incluye y cómo elegir bien”.

Beneficios del raspado y alisado radicular

El raspado y alisado radicular ofrece múltiples ventajas que van más allá del control de la periodontitis. Se trata de un tratamiento que no solo protege la salud bucodental, sino que también mejora la calidad de vida y la estética de la sonrisa.

A continuación, resumimos sus principales beneficios:

BeneficioDescripción
Eliminación de placa y sarro subgingivalLimpieza profunda por debajo de la encía, donde no llega una limpieza dental convencional.
Reducción de inflamación y sangradoAyuda a que las encías recuperen un aspecto sano, sin sangrado al cepillarse.
Prevención de movilidad dentalFortalece la unión de la encía al diente y frena el avance de la periodontitis.
Mejora estética y de la halitosisAl eliminar bacterias, mejora la estética de las encías y combate el mal aliento.

Si te preocupa el mal aliento asociado a la periodontitis, te recomiendo leer también nuestro artículo “Mal aliento: causas, cómo detectarlo y cómo prevenirlo”.

Procedimiento paso a paso del raspado y alisado radicular

El raspado y alisado radicular es un procedimiento sencillo pero altamente especializado, que se realiza en la consulta dental con el objetivo de limpiar a fondo las raíces y devolver la salud a las encías. Aunque cada paciente es diferente, el proceso suele seguir estas fases:

Diagnóstico inicial

El odontólogo o periodoncista realiza una exploración clínica completa, acompañada de sondajes periodontales y, en ocasiones, radiografías. Esto permite identificar la profundidad de las bolsas periodontales y valorar el grado de enfermedad.

Anestesia local (si es necesaria)

En casos de sensibilidad o bolsas profundas, se aplica anestesia local para que el procedimiento sea totalmente indoloro y cómodo para el paciente.

Raspado subgingival

Se emplean curetas manuales y/o aparatos de ultrasonidos para eliminar la placa bacteriana y el sarro acumulados por debajo de la encía, en la superficie de las raíces.

Alisado radicular

Una vez eliminado el cálculo, la raíz se pule y se alisa. Esto dificulta que las bacterias vuelvan a adherirse y favorece que la encía cicatrice y vuelva a fijarse al diente.

Instrucciones post-tratamiento

El dentista entrega pautas de higiene específicas (cepillado, uso de seda dental o cepillos interproximales, colutorios) y programa revisiones de control para evaluar la evolución.

¿Cuándo se recomienda este tratamiento?

El raspado y alisado radicular no se aplica de forma preventiva a cualquier paciente, sino que está indicado en casos específicos donde la enfermedad periodontal ya ha comenzado a dañar las encías y el hueso de soporte.

Se recomienda especialmente en las siguientes situaciones:

Situación clínicaDescripción
Gingivitis avanzadaEncías inflamadas y sangrado frecuente que no mejora con una limpieza dental convencional.
Periodontitis inicial o moderadaBolsas periodontales de 4–6 mm, acumulación de sarro subgingival y movilidad dental incipiente.
Síntomas evidentesSangrado espontáneo, encías retraídas, mal aliento persistente y dientes con aspecto más largo.
Casos avanzados con soporteEl tratamiento puede combinarse con antibióticos tópicos o sistémicos y, en ocasiones, con cirugía periodontal para resultados más estables.

Posibles complicaciones y cómo evitarlas

El raspado y alisado radicular es un tratamiento seguro y muy eficaz contra la enfermedad periodontal. Sin embargo, como cualquier procedimiento odontológico, puede tener algunos efectos secundarios temporales o riesgos si no se siguen las indicaciones del especialista.

  • Sensibilidad dental temporal: tras el tratamiento es común sentir sensibilidad al frío o al calor durante unos días. Suele remitir de forma espontánea y puede controlarse con dentífricos desensibilizantes.

  • Inflamación pasajera: las encías pueden presentar enrojecimiento o leve inflamación después de la sesión. Esto forma parte del proceso de cicatrización.

  • Casos de fracaso: si el paciente no mantiene una higiene rigurosa o no acude a las revisiones periódicas, la placa bacteriana puede volver a acumularse, comprometiendo los resultados del tratamiento.

Precio del raspado y alisado radicular en 2025

El coste del raspado y alisado radicular depende de varios factores, como el estado de las encías, el número de sesiones necesarias o la experiencia de la clínica. No obstante, en España es un tratamiento accesible en comparación con otros procedimientos periodontales más complejos.

Factores que influyen en el coste

  • Estado periodontal: cuanto más avanzada esté la enfermedad, mayor será el tiempo y las sesiones requeridas.

  • Número de sesiones: algunos pacientes requieren un tratamiento por cuadrantes de la boca, lo que incrementa el precio total.

  • Clínica y especialista: la experiencia del periodoncista y la tecnología disponible también influyen en la tarifa final.

En 2025, el raspado y alisado radicular suele tener un coste aproximado de 90 € a 150 € por cuadrante, lo que puede traducirse en 350 € a 600 € para toda la boca, dependiendo de la complejidad del caso.

Protege tus encías con el raspado y alisado radicular

El raspado y alisado radicular es mucho más que una técnica odontológica: es el tratamiento clave para frenar la periodontitis, preservar tus encías y mantener los dientes firmes durante más años. Gracias a su acción profunda, elimina el sarro subgingival, reduce la inflamación y devuelve a la boca un estado saludable y funcional.

La prevención periodontal no es un gasto, sino una inversión en salud bucal. Actuar a tiempo evita complicaciones mayores, como movilidad dental, pérdida ósea o incluso la necesidad de implantes. Además, mejora la estética de la sonrisa y la calidad de vida diaria.

Da el primer paso hacia unas encías sanas hoy mismo… porque tu sonrisa merece estar sana y fuerte toda la vida.

Preguntas frecuentes sobre raspado y alisado radicular

¿Cómo saber si necesito un raspado y alisado radicular si no tengo dolor?

La enfermedad periodontal puede avanzar de forma silenciosa. Encías que sangran al cepillarse, inflamación persistente o mal aliento que no mejora con higiene habitual son señales tempranas, incluso sin dolor, de que el procedimiento puede ser necesario.

La limpieza dental elimina placa y sarro visibles sobre la superficie del diente, mientras que el raspado y alisado radicular trata las bolsas periodontales bajo la encía, donde las bacterias dañan el hueso y el tejido de soporte.

La cicatrización inicial suele producirse en 1 a 2 semanas, aunque la regeneración y la reducción de la inflamación pueden llevar meses, dependiendo de la profundidad de las bolsas y de los hábitos de higiene del paciente.

Más dudas habituales sobre este tratamiento

¿El raspado y alisado radicular puede evitar una cirugía periodontal?

Sí. En muchos casos, este procedimiento detiene la progresión de la periodontitis en fases moderadas y puede evitar la necesidad de una cirugía, siempre que el paciente siga un mantenimiento adecuado.

Los efectos pueden mantenerse a largo plazo si se cumple con revisiones periódicas y una higiene bucal rigurosa. Sin cuidados de mantenimiento, las bacterias pueden volver a acumularse y reactivar la enfermedad.

La periodontitis activa se ha vinculado con mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes descontrolada y complicaciones en el embarazo. Un raspado radicular exitoso reduce esa carga inflamatoria sistémica.